domingo, 12 de septiembre de 2010

Antropología - Ulf Hannerz*


La antropología como disciplina está preocupada por la diversidad humana. En su concepción más inclusiva, esto implica a los cuatro campos que son: antropología sociocultural, arqueología, antropología biológica (o física), y la lingüística. En su período formativo en la epoca histórica cuando los europeos y pueblos desendientes de europeos que exploraban otras partes del mundo estableciendo su dominio sobre ellos, cuando el pensamiento evoluticionista era dominante, esto llego a centrar su atención sobre lo que significo el punto de vista occidental, distante en el tiempo o espacio sobre los primeros humanos u hominoides y pueblos no europeos. En aquel temprano período, hubo una fuerte tendencia a combinar las distancias en el tiempo y esto en el espacio: algunos paises no-europeos que vivian en esa epoca pudieron ser tomados como "antepasados contemporáneos" que habitaban en "sociedades primitivas". La comprensión de la disciplina ha cambiado con el tiempo, sin embargo; no todos en el mundo estan completamente deacuerdo sobre eso. Lo que si se ha mantenido unido bajo un marco académico en lugar de ser dividido en media docena de disciplinas o en algo mas. Un mapeo del estado actual de la disciplina, por consiguiente, puede resultar útil tomando en cuenta las variaciones internacionales.
Terminologías y límites. Esto se da particularmente en Norteamérica donde la antropología académica ha conservado lo que ha de ser conocido como "enfoque de cuatro campos", aunque en los últimos tiempos su viabilidad de continuar ha sido objeto de debate. Entre los fundadores de la disciplina, algunos de ellos eran quizá capaces de trabajar (o al menos como pasatiempo) en todas las principales ramas, pero con el tiempo, en la antropología americana ciertamente ha sido reconocido que la mayoría de los estudiosos alcanzan conocimientos especializados en una sola de ellas - justo cuando se pueda reconocer que un amplio recorrido intelectual a través de la humanidad tiene sus usos, y al mismo tiempo se reconoce que aquí como en otros lugares, la investigación dada en las fronteras de las disciplinas establecidas o subdisciplinas a menudo trae sus propias recompensas. En general, en cualquier caso, los estudiosos de la arqueología, la antropología biológica, lingüística y antropología socio-cultural en su mayoría trabajan ahora bastante autónomos unos de otros, y si bien la terminología varían, en muchas partes del mundo, se entienden como disciplinas separadas.
En Europa, diversos usos de los terminos "antropología", "etnología" y "etnografía", entre países y regiones así como en el tiempo, a menudo ofrecen una reflexión de significado historico y actual división intelectual (Vermeulen y Alvarez Roldán 1995). En partes del continente, en un período más temprano, el término "antropología" (de cualquier forma apareció en lenguas diferentes) tendió a ser usado sobre todo para la antropología física, pero en décadas posteriores al siglo veinte, fue en gran parte asumido por lo que aquí llamamos la antropología sociocultural – en sí misma una designación híbrida para lo que es por lo general referido como antropología social o antropología cultural. (Sobre todo en el uso alemán, sin embargo, "la antropología" también con frecuencia se refiere a una rama de filosofía.) La antropología física o biológica, mientras tanto, fue absorbida en muchos sitios por otras disciplinas preocupadas por la biología humana, mientras la arqueología y la lingüística mantuvieron sus posiciones como disciplinas separadas.

En algunos países europeos, ahora o en el pasado, el término "etnografía" se ha utilizado, al contrario que en el lenguaje actual en los países de habla inglesa, para referirse a la antropología socio-cultural como una disciplina. Las cuestiones de los límites en la disciplina se complican aún mas, sin embargo, por el hecho que la antropología sociocultural sobre todo en Europa del norte, central y del este a menudo esta dividida en dos disciplinas distintas, con orígenes separados en los siglos XIX y XX. Primero, a menudo era en principio designado algo asi como “estudios de vida folk”, por un lado tenía sus vinculos históricos con el nacionalismo cultural, y se ocupo de las tradiciones locales y nacionales, sobre todo en cuanto al folkore y la cultura material.

Esta disciplina no encontro apoyo academico fuerte en aquellos países de Europa Occidental que estuvieron más implicados en exploración y colonialismo fuera de Europa, particularmente Gran Bretaña y Francia donde por otra parte, la antropología sociocultural se concentró en formas tempranas de vida no-europea más bien establecidas. Mas Europa estaba orientada, o nacionalmente inclinada, a la disciplina de ”estudios de vida folk” que fue la tendencia, en las décadas recientes se redesigno asi misma como “etnología europea” – o en algunos contextos simplemente como "la etnología", en contraste con una no mas occidentalmente orientada, o al menos internacionalista "antropología". En otra acepción "la etnología" ha sido tomada para referirse a una orientación más histórica y museológica (en contraste de lo que fue en un tiempo la más presentista antropología social), mientras en otros contextos otra vez, es más o menos sinónimos de ”antropología sociocultural”. Sin embargo las variaciones nacionales en la terminología siguen haciendo transposiciones directas de términos entre lenguas traicioneras.

El engaño principal, fuera de los nucleos de la academia occidental fue la idea que el estudio de sociedades y culturas no europeas debe ser una disciplina separada no siempre ha sido evidente y no controvertido. En universidades africanas, fundadas en el último periodo colonial o postcolonial, a menudo no hubo ninguna diferencia de hecho al menos en el modo de organización entre antropología y sociología – y al menos en África la antropología a veces tiene que llevar el estigma de ser asociada con los males de colonialismo y racismo (Mafeje 1998). En la India, cuando la antropología es reconocida como una disciplina distinta, es con frecuencia tomada por estar particularmente preocupada por poblaciones "tribales" y quizás por la antropología física – mientras algunos eruditos reconocieron internacionalmente cuando los principales antropólogos indios, se interesaron principalmente de la sociedad india, estos podrian ser vistos como sociólogos en su propio país.

De regreso en Norteamérica y Europa, otra vez, el marco de la vida académica no es totalmente es estable en el tiempo. “Los estudios culturales”, poniéndose más claramente sobre el mapa intelectual a partir de los años 1970 en adelante, han sido los más exitos como un movimiento trans-disciplinario en los países de habla inglesa, pero han tenido un impacto en otros lugares. Su centro de gravedad puede haber estado sobre todo en literatura y media studies, pero en que grado se haya comprometido con los métodos de campo cualitativos-investigación y con cuestiones de diversidad cultural, y no de menor interes de las áreas del multiculturalismo y estudios de diáspora, todos estos fueron a veces intereses muy cercanos de la antropología sociocultural y – en ciertos países europeos – a la etnología, como tratamos arriba. Mientras algunos antropólogos pueden ver este como una intrusión indeseable en su esfera disciplinaria, otros lo ven como una fuente de nuevos estímulos (Dominguez 1996, Nugent and Shore 1997).
Concepciones centrales. Si una preocupación con la diversidad humana puede definir la antropología como un todo, esta es quizás una noción demasiado bien insutancial para ofrecer un fuerte sentido de realidadades trabajadas distintivas del antropologo profesional. En la discusión sobre los supuestos de cambio de lo que es el nucleo del trabajo y pensamiento antropológico, nos concentraremos en la antropología sociocultural – porque es el segmento del campo más amplio que permanece, internacionalmente y más claramente identificado como antropología.

Obviamente la tradición de estudiar las más exóticas formas no occidentales de vidas se han mantenido fuertes y algunos todavía mantienen que esto es lo que “un verdadero antropólogo” hace. Aún esta es una concepción de antropología que se da ahora a su propia manera siendo susceptible de cargos de "Eurocentrismo" con nexos incómodos y polémicos a un pasado del cual dividir entre un Occidente dominante y un ”Resto” sojuzgado eran más probablemente adoptadas por un supuesto en los niveles políticos, intelectuales y morales. A mediados del última mitad del siglo veinte, la terminologia pasada que designaba “sociedades primitivas” se había convertido en vergonsozo y en un estado de animo más igualitario, algunos antropólogos adoptaron argumentos para sostener que era completamente aceptable para antropólogos norteamericanos y europeos ir a África, Asia, u Oceanía, mientras que los antropólogos de estas regiones también fueron bienvenidos a investigar realmente en Occidente, en un esfuerzo de gran intercambio intelectual mundial. Tal intercambio simétrico, sin embargo apenas ha ocurrido. El número relativamente pequeño de antropólogos profesionales que provienen de partes no occidentales, de partes no-hemisferio norte del mundo tenía rara vez esa inclinación, o el financiamiento para hacer su investigación en el extranjero. Han sido muchas mas las probabilidades de llevara a cabo sus estudios en sus países de origen – donde ellos puedan de este modo intercambiar a veces sus campos con antropólogos emigrantes de Europa o Norteamérica (Fahim 1982).

En la parte última del siglo veinte, además del énfasis en estudiar a los otros exóticos – en lo que se había convertido ahora en el Tercer Mundo o el Cuarto Mundo – esto comenzo a ceder en antropologías socioculturales tanto americanas y europeas. En algunas partes de Europa donde la disciplina era relativamente tardia en establecerse, la mayoria de antropólogos desde el principio hicieron sus investigaciones en sus propios países, incluso cuando se inspiraron intelectualmente en los clásicos estudios de lo exotico importados de las antropologías nacionales más antiguas. El creciente interés y la legitimidad cada vez mayor de “la antropología en casa” se ha basado en parte en un sentido que la humanidad es indivisible y una segregación académica del Occidente y el resto es indefendible. La preocupación por la exploración de la diversidad humana es hasta cierto punto enfatizada en mantener la diversidad interna de formas de la vida (estilos de vida, subculturas etc.) de sociedades contemporáneas. Lo exótico puede estar a la vuelta de la esquina. Además, el estudio de la propia sociedad a menudo esta motivado por un sentido de relevancia: uno puede estar en mejores condiciones para participar activamente con lo que se percibe como lo incorrecto-injusticias del lugar donde uno tiene los derechos y deberes de un ciudadano. Por supuesto, tal repatriación de la antropología sociocultural puede desdibujar ciertos límites disciplinarios; quizás con la sociología, quizás en algunos contextos con una "etnología" del tipo europeo, que también podría identificarse como una “antropología en casa”.

Si la antropología ya no esta tan comprometida a identificarse así misma en términos de campos exóticos, su metodología aparece en algunos puntos de vista, ofreciendo otro sentido de distintividad. Los antropólogos, desde por lo menos principios del siglo veinte solian hacer “trabajo de campo”. Ellos enfatizan en “observación participante” o “investigación cualitativa” – en contraste con el tratamiento de datos estadísticos más o menos impersonales – o "etnografía" en el sentido de descripciones integradas de estilos de vida. En esta disciplina, el teórico puro era una anomalía, si no completamente inexistente. La participación directa con otro modo de vida, ya sea en un pueblo al otro lado del mundo, o en un vecindario de la ciudad, u otra ocupación, tiende a hacerse más como una opción metodológica. Se convierte en una experiencia personal central, un acto de entrega con fuertes connotaciones morales y estéticas y un potencial para la rica satisfacción y memorias de toda la vida.

Incluso, colocando el trabajo de campo en el nucleo distintivo de la antropología es también problemático. En parte el problema es que "hacer etnografía" se ha hecho cada vez más común en varias otras disciplinas también, aun si los antropólogos a menudo se quejan que esta mal hecha, entonces es superficial. Es también cierto que el trabajo de campo de la variedad más ortodoxa no se ajusta fácilmente en cada escenario. En todos los estudios de campo, los antropólogos tienden a hacer no sólo la observación participante, si no otras clases de trabajo también. Ellos hablan con los informantes, sacan historias de vida, coleccionan textos, hacen surveys, y participan en alguna variedad de actividades para adquirir el nuevo conocimiento. Hasta que punto su trabajo de observación realmente puede ser activamente participativa deba depender mucho de los contextos. Pero además, en la vida contemporánea el trabajo de observación no es a veces muy provechoso. Ir tras la ronda diaria por un pueblo agrícola es una cosa; observar a un oficinista o hasta un escritor creativo en su escritorio delante de su pantalla de computadora es otra cosa muy distinta. Por otra parte, en los campos del mundo actual pueden involucar otras clases de datos que aquellos de la antropología clásica – más uso de medios, por ejemplo. Las nociones de "campo" y "trabajo de campo" entran a ser cada vez más a ser objeto de debate en la antropología, como cambia el mundo y como los antropólogos tratan de ajustar su trabajo en estos cambios; y esta claro que también algunos antropólogos prefieren repertorios metodológicos menos claramente antropológicos (cf. Gupta y 1997 Ferguson, Bernard 1998).

La idea obtener conocimiento y comprensión desde el trabajo de campo, es sin duda no del todo independiente de las cuestiones de donde y entre quienes los antropólogos trabajan también. Mientras que los antropólogos han estado dispuestos a asumir o discutir de forma explícita, que hay percepciones especiales que se pueden obtener de la combinación de un punto de vista de afuera a la inmersión en otra forma de vida, el desarrollo de la “antropología en casa”, la co-presencia cada vez más frecuente de antropologos indígenas y antropólogos extranjeros en muchos campos y el desarrollo en otros lugares de vida académica de campos más enfaticamente orientados a los campos estudio desde dentro como algunas variedades de estudios étnicos y dejar los supuestos argumentos de este tipo más claramente abierto a debate. Unos preguntarían como una cuestión de principio sobre que tipo de validez puede tener la perspectiva de un forastero. Otros podrían sostener que uno nunca puede ser un antropólogo y un nativo al mismo tiempo, estas son posturas intelectuales distintas. Y luego, seguramente, tales cuestiones se complican aún mas alla por el hecho de adentro y afuera no son necesariamente categorías y casi del todo estables tampoco. Uno de afuera puede convertirse en alguien de adentro – y por otra parte, uno puede comenzar probablemente como alguien de adentro alejandose a la deriva y convertirse en alguien de afuera. Aquí otra vez está un complejo de problemas que permanece cerca del corazón del trabajo antropológico (Merton 1972, Narayan 1993).

Uno podria oponerse a la tendencia un tanto no reflejada de poner el trabajo de campo en el centro de la disciplina, esto tendria la tendencia a hacer de la antropología una especialidad principalmente metodológica – quizás debido a su énfasis cualitativo, la contraparte de las estadísticas. Indudablemente muchos antropólogos preferirían identificar su disciplina con ideas particulares, teorías, perspectivas intelectuales, la historia de la antropología más a menudo esta escrita en esos términos. Aún puede resultar difícil señalar una única, indiscutible, perdurable concepto central o estructura de conceptos.

Una vez más, sin embargo, no es la exploración de la diversidad humana. Una idea clave aquí evidentemente ha sido el de "cultura", y no menos en la forma plural de "culturas". Fundamentalmente en su forma antropológica convencional, pero multifacética, la "cultura" significa lo que los seres humanos aprendemos en la vida social, en contraste con lo que es innato, genéticamente determinado. Pero con la idea de que los seres humanos son animales que aprenden también vamos a entender de que ellos pueden aprender cosas distintas, de modo que lo cultural tiende a exhibir la variación dentro de la humanidad. Además, la tendencia ha sido de conceptualizar la cultura a un nivel de colectividades humanas (sociedades, naciones, grupos), de modo que los miembros sean considerados por igual, que comparten una cultura, mientras que en el otro lado, hay diferencias culturales entre tales colectividades. La cultura que es ha sido tomada para entrar en los distintos paquetes-culturas. En la visión clásica de la cultura, también ha habido una tendencia a tratar de ver a cada cultura "como un todo" - para describir intactas formas de vida y pensamiento y para echar una luz sobre las interconexiones entre las diversas ideas y prácticas.

Una noción tan básica de la cultura ha permitido que los antropólogos sigan con la tarea de dibujar un mapa panorámico de la diversidad humana. Ciertamente ha sido también una preocupación generalizada que muestra cómo gran parte del pensamiento y la conducta humana es en realidad cultural (es decir, aprendido) por lo tanto variable más que de base totalmente biológica y uniforme. Este énfasis ha sido visible por ejemplo en contribuciones antropológicas de los estudios de género.

Sin embargo, la cultura también ha sido un concepto controvertido en la antropología, no por ello menos importante en los últimos tiempos. Es cierto que nunca fue igualmente fundamental para el pensamiento antropológico en todas las variedades de antropología. En la antropología sociocultural de América que ha sido más a menudo identificada como "antropología cultural" se ha centrado más bien en ella, por ejemplo, que su homólogo británico más inclinada a lo largo de los años a describirse a sí misma como "antropología social" (y quizá ahora ofreciendo el concepto de "sociabilidad" como una alternativa emergente o concepto complementario básico). En las postrimerías del siglo XX, sin embargo los críticos en los Estados Unidos así como en otras partes alegaron que el estilo establecido del pensamiento cultural tiende a exagerar las diferencias entre las colectividades humanas, a minimizar las variaciones dentro de ellas, haciendo caso omiso de las cuestiones de poder, desigualdad, sus bases materiales y de ofrecer representaciones demasiado estáticas y a históricas de modos de vida humano. Mientras que algunos antropólogos han ido tan lejos como para argumentar a favor de la abolición del concepto de cultura, otros están dispuestos a aceptar muchas de las críticas y sin embargo, adoptar una línea más reformista. Cualquier sea el punto de vista adoptado, parece que los debates sobre el entendimiento de cultura ofrecen a la disciplina uno de sus focos intelectuales más animados (Hannerz 1993, Kuper 1999).

La noción de traducción cultural, también ha tenido papel en la definición del trabajo antropológico, e inevitablemente se trazan en los argumentos sobre el concepto de cultura en general. De hecho, salvar las diferencias culturales, haciendo las ideas y expresiones de una cultura comprensible en términos de otra ha sido una actividad antropológica importante, aunque esta analogía lingüística es sin duda demasiado limitante para describir toda la antropología (Asad 1986, Palsson de 1993). De manera algo relacionada se ha interesado en la diversidad humana para describir la antropología como disciplina central involucrada en la comparación. De una manera general, esto es claramente válido. Gran parte de la antropología es al menos implícitamente comparativa, en su tendencia a enfatizar lo que es de algún modo notablemente diferente de las ideas, los hábitos y las relaciones de algunas poblaciones en particular. En gran medida los orígenes de la disciplina han sido Europa y América del Norte, la línea de base de tales comparaciones y contrastes sin duda han sido de manera generalmente occidental. Al mismo tiempo, ha habido una fuerte tendencia a utilizar el conocimiento de la diversidad para examinar los acuerdos sociales y hábitos de pensamiento occidental, para desestabilizar el "sentido común". De esta manera la comparación antropológica puede servir al propósito de crítica cultural y esta posibilidad ha vuelto a llamar la atención cada vez mayor en los últimos tiempos (Marcus y Fischer 1986). Por otro lado, la forma de estudios comparativos en gran-escala, enfocandose sobre correlaciones entre elementos culturales particulares a través de un gran número de unidades sociales, fue destacado en la disciplina en algunos períodos anteriores, no ha sido una característica central durante algún tiempo y los supuestos intelectuales y metodológicos subyacentes de comparación son también un tema más o menos continuo tema de argumento (Köbben 1970, Holy 1987).

Especialidades y subdisciplinas. Si la cultura en las formas singular y plural, el trabajo de campo, la traducción y la comparación se pueden contar como ideas y prácticas que mantienen unida a la antropología, no en el consenso, pero a menudo bastante más a través de participación en el debate, esto sugiere que la disciplina también tiende a ser sistemáticamente segmentada a lo largo de varias líneas - no sólo en términos de lo que se entiende que componen la disciplina, como se señaló anteriormente, sino también con respecto a lo que reúne a más comunidades de especialistas. Una de las tres principales dimensiones aquí es el conocimiento de áreas. Los antropólogos tienden a ser africanistas, europeístas, melanesianistas, o miembros de otras categorías en base de región. Más bien pocos de ellos nunca se comprometen a adquirir los conocimientos especializados en más de una región importante en la medida de hacer investigación de campo allí. Es cierto que si el trabajo de campo es con frecuencia muy localizado esto tampoco no necesariamente conduce a un conocimiento regional más amplio, si no como una cuestión convención (quizás al menos para encajar en las descripciones del trabajo normal en la disciplina), la tendencia ha sido alcanzar la condición de especialista para llegar a una visión general del conocimiento antropológico acumulado de algunas de estas unidades y tal vez en busca de oportunidades para familiarizarse con más de una de estas unidades a través de los viajes. En los países en que "estudios de área" se han institucionalizado académicamente, tales antropologías regionales han tenido un papel significativo en el resultado de las estructuras interdisciplinarias y en general compartir frecuentemente la especialización regional que es importante en los intercambios académicos a través de límites de la disciplina.

La segunda dimensión importante de la especialización puede ser descrita como de actualidad. Aunque la antropología tiene una tradición orientación hacia los "todos" social y cultural, todavía hay una tendencia entre muchos antropólogos a centrar su interés en determinados tipos de ideas, prácticas o instituciones. Con frecuencia, estas especializaciones han tendido a seguir las líneas divisorias dominantes entre otras disciplinas académicas - ha habido una antropología política, una antropología económica, una antropología psicológica, una antropología del derecho, una antropología del arte y una antropología ecológica, por ejemplo. Basándose en el conocimiento de la diversidad social y cultural, un aspecto de esa especialización ha sido el analizar y criticar los conceptos y supuestos de la contrapartida de las disciplinas con respecto a sus tendencias hacia el etnocentrismo occidental intelectualmente basado pero evidentemente también hay una continua absorción de ideas de estas otras disciplinas. Aquí entonces son otras conexiones interdisciplinares. Cabe añadir que estas subdisciplinas a menudo tienen sus propias historias de desarrollo en algunos períodos y de estancamiento en otras (Collier, 1997).

En tercer lugar, a veces los antropólogos se especializan en el estudio amplio de los tipos generales de la sociedad - cazadores-recolectores, campesinos, pastores, pescadores, etc. De alguna manera la antropología urbana puede considerarse como una clase similar de especialidad. En campos como estos, también, la intensidad de compromiso colectivo y el progreso intelectual han tendido a variar con el tiempo.
Los usos prácticos de la antropología. Ha sido argumentado en ocasiones que la antropología es menos comprometida con la aplicación práctica que muchas otras disciplinas académicas y está más interesada por lograr un panorama algo majestuoso de la condición humana en todas sus variantes. Uno de los factores subyacentes de tal tendencia puede ser una especie de relativismo cultural básico – esto puede ir con la aceptación y hasta la celebración de la diversidad humana a ser un poco escéptico sobre cualquier intento de imponer disposiciones particulares en la vida de otros pueblos. Esta postura puede ser bien apoyada por el hecho que los antropólogos a menudo eran extranjeros, que trabajan en otras sociedades o en grupos distintos de sus propias sociedades y sintiendo que ellos no tienen ningún mandato para la intromisión o en realidad cualquier oportunidad realista.

No obstante, siempre ha habido una serie variedades de "antropología aplicada". En un período inicial, cuando el estudio de sociedades no occidentales fue realizado en contextos del colonialismo occidental, fue sostenido que el conocimiento antropológico podría ser útil para la administración colonial. Mientras algunos administradores tomaban un curso de antropología antes de tomar sus asignaciones en el extranjero y mientras algunos antropólogos investigaron realmente orientados hacia tales objetivos, parece que este tipo de conexiones siguen siendo bastante limitadas y los administradores eran a menudo impacientes con la preferencia de los antropólogos hacer estudios intensivos a largo plazo de conocimientos básicos. En particular hacia el final del período colonial los antropólogos también veían tales participaciones como moral y políticamente cuestionables.

En la era postcolonial, el conocimiento antropológico ha participado en una escala mayor y de muchos modos diferentes, en el trabajo sobre desarrollo que había ahora tomado un giro convirtiéndose en el “Tercer Mundo". Muchos gobiernos, organismos internacionales y las organizaciones internacionales no gubernamentales de este modo han elaborado sobre la consultoria antropológica y han ofrecido espacios para la actividad profesional fuera de la academia antropológica. Al mismo tiempo con el “desarrollo" que se convierte en un concepto global clave, alrededor del cual una variedad enorme de actividades y organizaciones giran, esta vez se ha convertido en otro centro de control crítico-teórico entre los antropólogos (Dahl y 1992 Rabo, Escobar 1995).

Cuando los antropólogos trabajan en sus propios países la variedad de aplicaciones puede ser más amplia y como ya se ha notado la importancia práctica y política es con frecuencia una razón para hacer la antropología "en casa". No menos importante como la migración transnacional ha hecho cada vez más sociedades étnica y culturalmente heterogéneas, los antropólogos han estado entre los científicos sociales involucrados de una manera u otra, en el manejo de los asuntos de las minorías y el multiculturalismo. La antropología educativa y médica no siempre están implicadas en la aplicación práctica y la investigación en estos campos se realiza también en otras sociedades que el investigador tiene, pero usualmente trabaja en estas subdisciplinas de centros similares sobre el encuentro entre los principales complejos institucionales y poblaciones culturalmente heterogéneas. Un cierto número de antropólogos en Europa y América del Norte ahora también hacen uso de sus perspectivas disciplinarias como especialistas en la cultura organizacional, como analistas de marketing. Un campo de prácticas nuevas que surgieron en las postrimerías del siglo XX como una profesión en sí misma es el de "comunicación intercultural" que ofrece formación y asesoría en el manejo de situaciones concretas de la diferencia cultural y poniendose un tanto espectacular en lo que es un "choque cultural". Este campo tiene enlaces a varias disciplinas académicas, pero en un grado considerable que se basa en una concepción más o menos antropológica de la cultura - de un tipo, se puede añadir que muchos antropólogos ahora podría encontrar bastante anticuado y torpe.


El futuro de antropología. En todos sus variados aspectos, en el espacio y tiempo la antropología ha tendido a asentarse sobre clasificaciones académicas convencionales de las disciplinas. En su campo de objeto-estudio principal esta – familia y parentesco, política, mercado y el intercambio, por ejemplo, por otro lado; arte, música y danza – esto se extiende a través de las ciencias sociales y las humanidades. En la medida en que ha tener en cuenta lo que es biológicamente dado en el pensamiento y acción humanos e investigar las interacciones de la especie humana con su ambiente natural, esto llega a las ciencias naturales también. Pero sus afiliaciones múltiples no son sólo consecuencia de su temática variada. Ya que la antropología también esta interesada en la variedad de enfoques intelectuales: en investigación de campo, trabajo teórico, y en estilos de presentación.

En muchos aspectos, las características perdurables de la antropología a lo largo de esta gama de formas, continúan siendo expresiones de la preocupación por la diversidad, con las maneras muy variadas formas del ser humano. Para la reserva pública global de ideas esto aporta nociones tales como tabú, brujería, cultos de cargo, totemismo, o los banquetes de intercambio de potlatch de Amerindios de Costa Noroeste. Los conceptos como “Gran hombre” (de Melanesia), o “relaciones de cliente-patrón” (no menos fuera del área de Mediterráneo), o “casta” (de la India), autorizados a viajar fuera de sus lugares de origen, pueden enriquecer nuestra reflexión sobre el poder, la política y la desigualdad en muchos contextos. Hay aquí un universo intelectual rico para ser usado dentro y fuera de la disciplina. Y la antropología tiene sus preocupaciones clásicas, como el ritual o parentesco, sobre la que los nuevos materiales sobre todavía más variaciones continuamente reunidas en todo el mundo y alrededor de los cuales los debates teóricos nunca parecen terminar.

Al mismo tiempo, la antropología continúa configurándose así misma (cf. Wolf 1964, Hymes 1972, Fox 1991, Ingold 1996). Tal vez se podría pensar que una disciplina que gira en torno a la diversidad de formas humanas de vida y el pensamiento se encontraría en dificultades en un momento en aumentar la interconexión mundial que puede llevar a la homogeneización cultural y la pérdida de las formas culturales locales o regionales. De hecho, es verdad que muchas personas en el mundo ya no se aferran a las creencias que ellos solían sostener y desechan algunas de sus prácticas pasadas, contando desde la posesión de espíritus a la caza de cabezas. En parte, la responsabilidad de antropología aquí se da, primero en conservar un registro de los modos de vida humano, pasado y presente, segundo guardar aquel registro vivo para continuar examinándolo, interpretarlo, y llevarlo para tener nuevos desarrollos.

También es cierto, sin embargo, que la diversidad no está disminuyendo tanto como otros, quiza de manera bastante superficial de los puntos de vista que la globalización podría sugerir. Las tradiciones pueden ser extraordinariamente resistentes, adaptandose a nuevas influencias y absorviendo estos variados modos, aqui puede haber más de una ”modernidad”. Además, las nuevas interconexiones pueden generar sus propias formas sociales y culturales, de modo que puede haber beneficio cultural así como pérdida cultural. Un creciente interés en la antropología con nociones como la hibridación y criollización atestigua esto. Por otra parte, sin embargo, la antropología ha expandido continuamente el campo de las variaciones sociales y culturales con los que ha participado activamente. Como la disciplina fue practicada en las tempranas décadas del siglo veinte, uno podría haber percibido una tensión entre las ambiciosas pretenciosas de ofrecer una visión de la humanidad y por otro lado la concentración actual en pueblos de horticultores, bandas de cazadores-recolectores, u otras adaptaciones socioculturales exóticas en pequeña escala. Pero para mediados de siglo, hubo una creciente interes en las sociedades campesinas y en las civilizaciones de las que formaban parte, más tarde la antropología urbana apareció como otra especialidad, practicada en contextos de campo de cada región. En los últimos tiempos, la antropología de la ciencia ha sido otra especialización creciente, como las prácticas de los científicos son objeto de escrutinio como otro tipo de construcciones culturales y como los laboratorios se suman a la gama de posibles lugares de trabajo de campo (Downey y DUMIT 1997). Parece, consecuentemente, que las pretensiones más amplias y duraderas de la disciplina con un compromiso total con modos humanos de pensamiento y acción están siendo cada vez más realizados.

Obviamente, en muchos de sus campos de interés los antropólogos ahora interactúan con estudiosos de una variada formación y la división de trabajo entre disciplinas aquí puede no parecer obvia. Indudablemente se desdibujan las fronteras así como la trans-fertilización, pero los antropólogos enfatizarían el potencial intelectual de un aparato conceptual entrenado e informado por un conocimiento de una gran variedad de supuestos culturales y adaptaciones institucionales. Hay también el compromiso de la observación cercana de las relaciones entre palabras y hechos humanos, y la presión hacia la comprensión de ese “todo-cultural” que, a pesar de su vaguedad, puede implicar útilmente un compromiso particular de contextualización así como las habilidades de la síntesis.

Los antropólogos ahora se encuentran trabajando en la ecúmene global en aumento, de crecimiento polimorfo e interconectado. Este es un tiempo en el cual la diversidad de formas sociales y culturales cuya preocupación constante es el rápido cambio, donde los nuevos marcos contenedores de lo social, político, económico y legal y las nuevas disposiciones de aquella diversidad emergen. Más pueblos pueden tener acceso a una parte gran parte del inventario cultural humano combinado que nunca antes tuvieron; a la inversa, les guste o no les guste, más de esa diversidad cultural también puede llegar por nuestro camino. Este es también un momento en que los debates sobre los límites de la diversidad están llegando a un nuevo protagonismo por diferentes razones. Los biólogos evolutivos están estableciendo nuevos puntos de vista de la naturaleza humana que deben ser cuidadosamente confrontada con la comprensión de la variabilidad cultural. Como los pueblos sienten que viven juntos en un mundo, preguntas también surgen sobre lo que es o debería ser una humanidad compartida, por ejemplo en el área de derechos humanos (Wilson 1997). Parecería haber un lugar en la vida pública de esta era para una imaginación cosmopolita que tanto reconoce la diversidad como la búsqueda para las directrices de una sociedad mundial viable y humana. Para una imaginación cosmopolita, uno esperaría que la antropología pudiera seguir ofreciendo materiales e instrumentos.

Referencias


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*Extraido: International Encyclopedia of the Social and Behavioral Sciences. Oxford: Elsevier 2001
Traducción :  Jorge Arturo Díaz Capia
Perú 2010

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